Avatar 2, o bien, Avatar: el camino del agua es la entrega más nueva del universo creado por James Cameron y llevamos esperando por ella prácticamente 13 años, lo que había hecho que la mayoría creyera que ya nunca iba a producirse y, sin embargo, la fecha de 15 de diciembre de 2022 ya quedó fijada como el día de su estreno.
A pesar de que todos estaban esperando la salida de la cinta, para que pueda ser considerada un éxito, necesita que casi literalmente todo el mundo vaya a verla porque su costo fue tan monstruoso que reuniendo dos mil millones de dólares apenas estarían pagando lo que se gastaron en hacerla.
Todo o nada
Avatar 2 es una de las más grandes apuestas de nuestros tiempos, pues James Cameron se lanzó a lo grande y puso dos mil millones de dólares a favor de su filme, esperando que le reditúe por lo menos eso… pero debemos recordar que solamente cinco películas han logrado alguna vez superar ese umbral a nivel global, por lo que es un gran riesgo esperar que la nueva cinta de Avatar consiga, por lo menos, alcanzar esa popularidad.
Sin embargo, el director y productor no tiene todo completamente en contra, pues a final de cuentas, la película más exitosa de la historia ha sido su primer Avatar, que reunió 2800 millones de dólares en taquilla en 2009 (que ajustados a precios de hoy serían unos 3889.46 millones de dólares). Avengers: Endgame, con 2700 millones de dólares en 2019, Titanic (también obra de Cameron), con 2200 millones en 1997, Star Wars VII: El despertar de la fuerza de 2015, con 2060 millones y Avengers: Infinity War de 2018, con 2040 millones de dólares son el resto de los integrantes del exclusivo club de películas que ha ganado lo que Avatar 2 necesita para no ser un fracaso comercial.
Tomando riesgos por la grandeza
James Cameron en ocasiones es tomado por un “aventurero” dados los grandes riesgos que está dispuesto a tomar para hacer lo que se propone, aunque él será el primero en decir que no es un tipo de “aventura suicida”, sino más bien de “riesgo calculado”, esto es, está dispuesto a asumir algo de peligro, pero siempre y cuando le sirva para alcanzar sus objetivos y que tenga posibilidades de lograr su cometido. Así, la enorme inversión en Avatar 2 es vista por el director y productor como una apuesta que puede ganar.
De hecho, la inversión es aún mayor de lo que podría pensarse, pues viendo a futuro, los inversionistas del proyecto esperan que varios de los gastos que se hicieron para Avatar 2, entre ellos un colosal tanque de agua de 3407 metros cúbicos hecho especialmente para la serie, puedan seguirse aprovechando para sus secuelas, el tercer y cuarto filme, porque de otro modo, las ganancias serían minúsculas en términos netos. Por eso se ha estado trabajando en las secuelas futuras durante la filmación de la segunda parte para aprovechar el tiempo y, por lo tanto, el dinero.
El camino del agua: un filme familiar
Parte de la razón por la que Cameron está tan determinado a que su empresa resulte exitosa es el gran grado de dedicación personal que ha volcado en el proyecto. Así como revela Sigourney Weaver, quien fue la científica Grace Augustine en la primera entrega y que ahora regresa como Kiri, la hija adolescente adoptiva de Neytiri y Jake, al hablar del proyecto:
James plasma el amor que siente por su familia en el filme y creo que es una película profundamente personal para él.
Así, el desarrollo de la familia de los personajes de la primera película será el hilo conductor de la segunda película y, tentativamente, también de las restantes entregas de la saga.
El director confirma las declaraciones de la actriz al decir que estaba pensando, conscientemente, en sí mismo cuando se desarrollaba la cinta, es decir, los superhéroes nunca se enfrentan a las cosas verdaderas que le dan realidad a tu mundo, como tener hijos, mientras que los personajes de Avatar 2 pasan de ser guerreros temerarios a tener que proteger a su familia mientras siguen enfrentando ejércitos y peligros mortales.
Para hacer de este proyecto una realidad, Cameron ha invertido su tiempo y dinero desde 2013 y a pesar de admitir que ha sido “muy jo****mente cara” y “el peor negocio en la historia fílmica”, parece no arrepentirse de nada al decir:
Ha sido difícil y me encanta lo difícil, me atrae como un magneto, pues mi competencia no se atreve a hacerlo y por ello el público viene a ver lo que hago yo; es mi ventaja táctica como cineasta.