Todo empezó cuando Jerry Selbee, un jubilado de 80 años, entró en una tienda de autoservicio en el 2003 y quiso probar suerte con la lotería; sin embargo, en vez de comprar un boleto y dejarlo a la suerte, él usó su cerebro y en tan solo tres minutos encontró la fórmula para engañar al sistema de manera legal.
Ahora ha ganado cerca de 27 millones de dólares, además de vender los derechos de su historia a Hollywood. Nada mal para un jubilado.
Jerry estudió matemáticas y trabajó toda su vida para Kellogs, hasta que en la jubilación encontró la forma de hacerse rico a costillas de la lotería Cash WinFall en Michigan.
El sistema de esta lotería es simple: si nadie gana el premio mayor, este se acumula hasta llegar a los cinco millones; en este punto, la ventana de oportunidades crece y es muy fácil ganar mucho dinero si se invierte lo necesario.
En su primer intento de demostrar el fallo de la lotería, Jerry invirtió 3,600 dólares y obtuvo de recompensa 6,300; y para la segunda vez puso cerca de 8,000 para doblar la cantidad.
Tras probar el éxito de su fórmula matemática, Jerry le contó a su esposa, Marge, que pronto se unió en esta actividad de jubilación.
Jerry obtuvo su título en la Universidad de Wester Michigan y dice que la forma en que burló el sistema de las loterías estatales es un asunto de aritmética básica, que a continuación explica, para que tomes nota:
Si juego 1,100 dólares, matemáticamente tendré 4 números ganadores, esos son 1,000 dólares. Divido los 1,000 entre seis, en vez de 57, porque hice un pequeño ejercicio mental y obtuve 18. Así que supe que tenía 18 o 19 oportunidad de atinarle a 3 números ganadores y eso es 50 dólares por cada uno. A los 19 ya tengo 1,000 para obtener 4 números ganadores, y si tenía 18 de 3 números ganadores de 50 dólares cada uno, eso suman otros 900. Al final de 1,100 invertidos obtenía 1,900.
¿Entendieron?
… Yo tampoco.
Después de ganar varias veces la lotería, este par de ancianos decidió crear la empresa G,S, Investment Strategies, e invitaron a sus familiares y amigos a comprar acciones por 500 dólares, utilizados para comprar miles de boletos de lotería y al final dividirse las ganancias, que para el 2005 ascendían a los 40 mil dólares por año.
Irónicamente, ese año la lotería de Michigan cerró porque nadie compraba los boletos. Sin embargo, un amigo de Jerry encontró una lotería bajo un funcionamiento similar en Massachusetts y en 10 minutos el matemático descubrió la forma de ganar dinero ahí también.
Pronto la pareja empezó a ganar millones a partir de una rutina que consistía en manejar 14 horas de Michigan a Massachusetts, comprar miles de boletos y terminar en un hotel, en donde invertían 10 horas por 10 días separando y encontrando los boletos ganadores.
Esta rutina fue la misma por siete años, y en vez que aburrirse de ella, Marge dice que era divertido y muy adictivo hacerlo.
Después de esos siete años, la lotería de Massachusetts también cerró, sin embargo, antes de ello inició una investigación debido en las anomalías en los ganadores. Ellos esperaban encontrar un grupo delictivo organizado detrás de este fraude, pero lo que en realidad descubrieron fue una pareja de viejitos y sus amigos, burlándose del sistema de una manera completamente legal.
Tras casi 16 años de haber encontrado la fórmula de siempre ganar en la lotería, la pareja logró reunir cerca de 26 millones de dólares; parte de sus ganancias fueron destinadas a enviar a sus hijos a la universidad y el resto para darse una muy buena vida de retiro.
Además, tras popularizarse su historia un productor de Hollywood se interesó y compró los derechos de su vida para hacer una película, que posiblemente veremos en la pantalla grande en los próximos años, o más pronto, pues Marge quiere que la producción se adelante porque a ella y su esposo les haría ilusión ver la película y no se están haciendo jóvenes.
Ya ven, chicos, al final del día las matemáticas sí nos sirven para algo.