En cuestiones de salud, todos tenemos malas experiencias respecto a los doctores con quienes acudimos para tratar algunas de nuestras enfermedades. La profesión médica se ha alejado de la gente debido a la entronización del oficio y el estatus que otorga a quienes ejercen la medicina, pues, a menudo, los doctores se sienten por encima de cualquier otra persona y llevan a cabo sus tareas de manera desalmada.
Sin embargo, un doctor en Tarija, Bolivia nos hace pensar que no todo el gremio de doctores se encuentra insensible ante la necesidad humana. El cirujano Álvaro Romallo aceptó operar a un abuelo de manera gratuita y a cambio recibió un inesperado gesto de su paciente.
El doctor se inspiró en su padre, antiguo médico de la zona que también trató a mucha gente de bajos recursos y que le contaba al pequeño Álvaro cómo recibía “huevitos” como pago, para tomar la decisión de operar gratis al ancianito. Por esta razón, el costo de la cirugía de próstata que el abuelo necesitaba fue cubierto por la fundación Dr. José Romallo Guillen, que lleva el nombre en honor al padre de Álvaro y que se especializa en cirugía prostática.
El doctor de Tarija decidió apoyar al viejo campesino honrando la memoria de su padre y para dignificar el verdadero fin de su profesión: ayudar a los necesitados. Pero su buena fe no se esperaba que este abuelo le retribuyera su deferencia y su impecable ética regalándole dos hermosas gallinas.
El doctor Álvaro quedó conmovido por el plumífero gesto y compartió en Facebook unas fotos al lado de su paciente junto a otras fotos de su padre con el siguiente mensaje:
Un día como hoy hace 11 años, murió mi padre, lo que me recordó cómo hace 40 años en Tarija había pacientes que te pagaban con gallinas, huevitos o el famoso trueque. Estoy muy emocionado y feliz. Anoche este abuelito no tenía dinero para operarse de próstata, a lo que respondí que lo vamos a operar por la fundación Dr. José Ramallo Guillen. Tal fue mi asombro cuando sacó de regalo dos gallinas para retribuirme la atención. Esto me emocionó y conmovió mucho y, desde el cielo, querido papito, sé que estás feliz de saber que he seguido tus pasos en el bienestar de esta linda gente chapaca humilde y sencilla, la más agradecida. Solo puedo seguir agradeciendo a Dios.
La cirugía del abuelito se llevó a cabo este miércoles al medio día. Además, el doctor ya les puso nombre a las dos aves, uno se llama Ramón y la otra, Cleotilde, pues le regalaron la parejita. Las fotografías ahora viajan por todo el mundo y esperamos que el ejemplo de este doctor Boliviano inspire a más profesionales de la salud.