James Bond es un hombre de muchos gustos. Le gustan los martinis agitados, los trajes hechos a la medida y los vehículos equipados con artilugios fuera de lo común que lo sacan de problemas en sus misiones. Si bien los cócteles y trajes son similares en casi todas las películas, los automóviles siempre cambian, y es que, con 25 películas en su haber, es imposible quedarse siempre con la misma carcacha.
Desde los antiguos Aston Martin hasta un tanque, Bond no discrimina a la hora de elegir un carro; si tiene cuatro ruedas, la velocidad perfecta para una escena de persecución y espacio para un lanzacohetes, entonces es apto para el Agente 007.
El día de hoy traemos una lista de los mejores autos que han aparecido en la franquicia de James Bond basados en su lujo y excentricidad.
1. Aston Martin DB5
Este auto es un icono de las franquicias de James Bond. Este clásico aparece en las películas de Casino Royale, Goldfinger, Thunderball y Tomorrow Never Dies. El DB5 es un auto de dos puertas que usualmente está equipado con artillería que saca al Sr. Bond de cualquier situación peligrosa en la que se encuentre. El Aston Martin verdadero fue fabricado de 1963 hasta 1965 y le debe gran parte de su popularidad a sus apariciones en la pantalla grande.
2. Lotus Esprit S1
Una película del 007 no estaría completa sin un toque exagerado, y el Lotus Esprit S1 de The Spy Who Loved Me es un ejemplo perfecto de ello. Lo que al principio parece ser un auto deportivo normal, pronto sorprende al espectador convirtiéndose en un submarino, claro que sí. Este híbrido sumergible participa en persecuciones por mar y tierra y, obviamente, tiene misiles.
3. Aston Martin V8 Vantage
Este auto apareció por primera vez en la película de Bond dirigida por Timothy Dalton, The Living Daylights y, como podrán imaginar, estaba repleto de dispositivos extremos: tenía tiras de púas desplegables, láseres montados en las ruedas y esquís estabilizadores que resultaron muy útiles en la escena de la persecución en la montaña nevada. Este clásico podría regresar en la próxima película dirigida por Cary Fukunaga, No Time to Die.
4. BMW 750iL
Las películas protagonizadas por Pierce Brosnan le dieron mucho peso a las características del BMW pero, mientras que el Z3 de Goldeneye dejó mucho que desear, el 750iL de Tomorrow Never Dies fue un jonrón.
Aunque presentaba un estilo de carrocería bastante sencillo para alguien tan elegante como Bond, el auto compensaba con su destreza en carretera y tecnología a bordo. Debajo del capó había un motor V12 de 5.4 litros, también unos cohetes montados en el techo, manija de puertas electrificadas, neumáticos que se vuelven a inflar y, quizás la mejor de sus características, la capacidad de ser controlado a través del teléfono celular de Bond. Incluso hay una escena de persecución completa donde el agente controla el carro desde el asiento trasero.
5. Toyota 2000GT
La aparición del Toyota 2000GT en esta lista tiene que ver más con la rareza del vehículo que el tiempo que salió en pantalla. Solo se fabricaron 300 autos en la vida real y ninguno de ellos era convertible como el de la película, una alteración hecha para acomodar a Sean Connery ya que el actor era un poco alto para caber en la versión estándar. En realidad, tampoco es el auto de Bond, pero su conductor, un agente japonés del Servicio Secreto de Inteligencia llamado Aki, salva al agente no una, sino dos veces, por lo que es importante en la franquicia.
6. Ford Mustang Mach 1
La aparición del Mustang fue algo totalmente fuera de lo común para una película de Bond, pero encaja perfectamente en la película de 1971 Diamonds Are Forever. No podemos negar el espectáculo que fue el ver a este muscle car americano ser conducido por las calles de Las Vegas. Además, nadie podría olvidar la escena donde Bond decide cargar el automóvil a la parte del copiloto para caber por un callejón estrecho. Las películas de Bond brillan por su elegancia absurda, y la inclusión del Mustang Mach 1 recorriendo las calles de La Ciudad del Pecado es el ejemplo perfecto de ello.
7. BMW Z8
El BMW regresó a las franquicias del 007 en la última película de Pierce Brosnan The World is Not Enough. Esta vez, lo hizo con el Z8, un auto de aspecto vintage equipado con un motor V8, misiles, ametralladoras en la parrilla delantera y un generador de choques electromagnéticos. También presentaba la misma función de control remoto que el 750iL, aunque el del Z8 no era un teléfono, sino el llavero de Bond.
Mientras que el carro en sí era impresionante, cuando fue destruido hasta se nos cayó la mandíbula, ya que un helicóptero lo cortó por la mitad.
Las películas de James Bond no son películas de automóviles, eso lo sabemos, pero en todas ellas aparecían geniales vehículos que formaban parte del espectáculo. Carros submarinos, exóticos misiles y autos de lujo controlados por el celular, no me van a negar que alguna vez envidiaron al agente por su elección de vehículos.