Generalmente hacer el súper significa un respiro en la rutina de miles de personas trabajadoras. Nos tomamos nuestro tiempo y vemos todos los pasillos con una tranquilidad imperturbable mientras arrastramos nuestro carrito lentamente. A pesar de tomarnos nuestro tiempo para hacer la despensa, realmente nunca ponemos atención a lo que llevamos para comer. Comparamos precios, pero nunca nos fijamos en la composición nutritiva de los productos que llevamos a casa. Es más, incluso aunque sepamos que algún alimento es malo, de todas maneras lo llevamos, ya sea por gusto o porque es lo que nos permite nuestro bolsillo.
De todas maneras, el proceso de elaboración de los alimentos es un tema en boga por cuestiones de salud. Ahora nos preocupamos más por cómo son elaborados y por las cantidades de sustancias nocivas que puedan contener. El problema es que el estilo de vida y nuestras posibilidades económicas, muchas veces nos impiden dedicarnos a buscar y comprar alimentos de calidad. En esta lista te hablaremos de algunos de los ingredientes secretos involucrados en la elaboración de productos culinarios muy populares que te harán pensarlo dos veces antes de volver a probarlos.
1. Pan de molde
Seguramente has dejado un platillo de comida después de encontrar un cabello en él. Admitámoslo, la experiencia de sacar un pelo de tu boca es algo traumática. Sin embargo, cada vez que untas una rebanada de pan blanco con Nutella o cada vez que te preparas un sándwich podrías estar consumiendo cantidades considerables de partículas capilares humanas, es decir, cabellos. Pues una gran cantidad de pan comercial tiene un aditivo llamado L-cisteína, un aminoácido que alarga la vida útil del pan y que se sintetiza a partir del pelo humano. En su lugar, podrías darle una oportunidad a las panaderías locales y encargar un pan tradicional de caja. Resulta increíble, lo sabemos, ni doña Pelos se atrevió a tanto.
2. Carne molida
Esta carne es tan mala como el diablo. Tiene que ser tratada con un componente conocido como “baba rosa” para que pueda ser apta para el consumo humano. Este compuesto es una mezcla de desechos cárnicos con químicos. Casi todas las cadenas de comida rápida utilizan esta carne, por lo que seguro la has probado. Entre sus ingredientes se encuentran tendones, lenguas, encías, párpados, hocicos, intestinos, rabos y sangre. La carne molida recibe un duro y exhaustivo tratamiento químico que la hace segura para el consumo humano, lo cual no quiere decir que sea nutritivo, sino todo lo contrario.
3. Cerveza
Si eres vegano y tomas cerveza pensando que se trata de una bebida elaborada sin ningún elemento animal, podrías estar equivocado. Ten cuidado y revisa si la cerveza que tomas no está filtrada a través de isinglass, un colágeno aislado a partir de vejigas de pescado que le brinda el color ambarino a muchas de la cervezas claras. Este ingrediente, seguramente, se cuela en el producto final. Para saber si tu marca de cerveza es 100 por ciento vegetal puedes consultar la base de datos de Barnivore.
4. Dulces
Con los dulces no hay medias tintas, son dañinos en muchos aspectos, pero también hay niveles. Los dulces como los que compras en un combo en el cine suelen ser los más dañinos para la salud, pues contienen fuertes cantidades de azúcares concentradas que dañan los dientes y componentes adictivos. Si no puedes dejar de endulzarte el paladar, puedes tratar de consumir los dulces y postres tradicionales de tu pueblo o país que suelen ser a base de frutas y que están pigmentados con colorantes naturales a partir de insectos. Puede sonar grotesco, aunque no son tan nocivas como los colorantes que utilizan las grandes industrias de la alimentación.
5. Queso rallado
Siempre debes tener en cuenta que un buen queso se identifica por su capacidad de hacer hebra y no por su apariencia pastosa al derretirse. El ingrediente que logra estos fundidos perfectos que tanto nos antojan una pizza o una hamburguesa es el aserrín. Así como lo oyes, los desechos de madera son agregados a la composición del queso para lograr que alcance mayores niveles de cremosidad y fibra, y así se agrupe de mejor manera. Este ingrediente se conoce como celulosa. Una buena opción siempre será buscar quesos cuyos procesos impliquen técnicas tradicionales.