La respuesta a la pregunta ¿dónde está Mcqueen? es: viene saliendo del yonke. En caso de que tu viejo carro ya tenga la pintura muy gastada, la defensa caída, las puertas inservibles y sirva más de basurero que de vehículo, no te desanimes varón. Aún hay formas de transformar tu cacharra con ruedas en la máquina más rapida del mundo.
Bueno al menos eso parecerá cuando conviertas a tu vieja cafetera en el Rayo Mcqueen. Sólo tienes que seguir los siguientes pasos:
1. Sácale provecho
Disfruta el mayor tiempo posible tu auto (sí, aunque sea un Focus).
2. Adórnalo con basura
Conviértelo en una basurero con ruedas. Muy fácil ¿verdad?
3. Ventílalo al máximo.
4. Junta aglomerado
No hay mejores estructuras que las biodegradables. Fabrica armazones con trozos de madera y aglomerado. Colócalos en las puertas y defensa de tu nuevo auto.
5. Saca la cinta adhesiva
Toma las cajas que encuentres y forra con ellas las partes dañadas de tu furiosa máquina. Recuerda usar pegamento de buena marca y mucha cinta adhesiva. También puedes usar engrudo y periódico.
6. Hora de pintar
Cubre tu auto con 4 capas de pintura blanca. Ni una más ni una menos. Será la capa base de tu nuevo bólido.
7. Capa de pintura de color
Una vez seca la pintura blanca, es momento de darle color rojo a tu vehículo con una capa de efecto. Muy bien, ya casi terminas.
8. Debes de brillar
Ahora viene el barnizado para darle brillo a tu potente auto.
9. Personalízalo… literalmente
Con la ayuda de un experto que conozca todos los detalles de Mcqueen (es decir, cualquier niño de 4 años), termina de darle el toque final.
10. ¡A rodar!
Ni la compañia Rust-Eze podría haberlo hecho mejor. Disfruta tu nueva vida a bordo del Rayo McQueen, Ku-chaw!