Este hombre es la viva imagen del buen samaritano. Se volvió viral luego de que fue visto regalándole sus tenis nuevos a un indigente que no tenía zapatos.
El joven originario de Nottingham, Inglaterra, se llama Craig Wells y tiene 36 años. Él estaba comiendo en un restaurante con su esposa y sus hijos cuando vio a un indigente sin zapatos.
Los calcetines del pobre hombre estaban raídos y Craig decidió ayudar. Luego de preguntarle la talla de sus zapatos, se quitó sus tenis favoritos y se los ofreció.
Ambos soltaron algunas lágrimas y se dieron un abrazo. La gente se dio cuenta de lo que pasaba y algunos tomaron fotos del momento.
Craig dijo:
Me sentí conmovido por la respuesta. Para mí fue una decisión impulsiva. Estaba comiendo con mi familia cuando este tipo pasó por la ventana. No tenía zapatos y sus dedos se asomaban de los agujeros de sus calcetines. Era algo triste de ver. Miré a mi esposa y le dije: ‘vuelvo en un minuto’. Caminé hasta la calle y lo llamé. Le pregunté qué talla de zapatos usa y me dijo que nueve y me preguntó por qué. Le dije que era de la misma talla que yo y me quité mis tenis para dárselos.
Él no lo podía creer y se le salieron las lágrimas, me dijo ‘gracias’. Poca gente en el restaurante vio lo que sucedía y salió para tomar fotos.
Ambos nos pusimos emocionales. Le dije que le deseaba suerte y nos fuimos cada uno por nuestro camino. Cuando llegué la casa y vi las fotos en Facebook decidí explicar el porqué lo había hecho. Él necesitaba los zapatos más que yo. Así de simple.
Craig escribió en Facebook explicando que no quería ser alabado y en lugar de eso consideró que sería mejor inspirar a la gente para hacer actos de bondad desinteresadamente:
Estaba en Wagamamas en una agradable comida con la familia cuando vi a Mark caminando por la calle sin zapatos y sus dedos salían de sus calcetines. Inmediatamente corrí a interceptarlo. Mencionó que no tenía zapatos y le gustaría un par. Le pregunté qué talla era y era de la misma talla que yo (coincidencia, no lo creo). Así que me quité mis zapatos (mis tenis favoritos) y se los di. Él empezó a llorar y me dio el abrazo más grande que haya recibido diciendo que nadie había sido tan amable con él.
No hay nada peor que autopromocionarse por cosas como esta y yo ciertamente no busco eso. Lo que sí quiero es que la gente reconozca que el amor es el regalo más grande que se nos ha dado. Se nos dio liberalmente y liberalmente debemos darlo.
Así que mi reto es este… ¿Cómo han amado a alguien hoy? El amor es el mejor regalo que podemos recibir así que pasa la voz.