Uno de los mejores logros de un padre es que sus hijos se sientan confiados y seguros de sí mismos, y Derek Prue lo consiguió de la forma más original.
A pesar de que poco a poco estamos tratando de normalizar una cultura de tolerancia y aceptación, todavía persisten los prejuicios sobre la apariencia. Derek Prue júnior, un chico de ocho años de Canadá, vivía acomplejado debido a una marca de nacimiento que tenía en el lado izquierdo de su torso y que era motivo tanto de burlas como acoso en su escuela.
Su papá, Derek Prue sénior, sabía que él no podía cambiar a las personas para que fueran más educadas, pero lo que sí podía hacer era ayudar a Júnior a darle un nuevo significado a su marca. Entonces, para solidarizarse con su pequeño, este padre alfa fue en secreto a hacerse un tatuaje igual a ese rasgo único.
Visitó el estudio de tatuajes Juicy Quill Tattoo, pensando que solamente le tomaría unas cuantas horas. Pero los expertos le dijeron que replicar la marca de nacimiento de su hijo en su cuerpo necesitaría al menos nueve sesiones porque el dibujo tendría que ser más grande.
Así que Derek pasó con las agujas de tinta un total de 30 horas. El proceso fue largo, así como doloroso, pues las áreas de las costillas y cerca del pezón son muy sensibles. Pero al final, el resultado fue totalmente asombroso y valió la pena.
Su hijo no sabía lo que su padre había hecho por él hasta que un día fueron juntos a una piscina, Derek se quitó la playera y reveló su tatuaje. El chico quedó impresionado y orgulloso de su papá, así que también se quitó la camisa y pudieron disfrutar de una gran tarde familiar, mostrando la marca que comparten.
Siempre estuvo orgulloso de su marca de nacimiento y luego vi que comenzó a encubrirla. Creo que tal vez estaba un poco cohibido al respecto. Quise tener la misma para que él no fuera el único. Ahora tenemos la misma marca de por vida.
– Derek Prue sénior
Un padre está dispuesto a hacer cualquier sacrificio por sus hijos, es lo que hace un hombre y para Derek fueron 30 horas de dolor con las agujas. Es un gesto asombroso que ayudó a su hijo a aceptarse como es y que merece todo nuestro respeto.