Caballeros, uno de los temas de mayor opinión y debate entre los nutriólogos, doctores y nutricionistas está relacionado con el desayuno: ¿está bien saltar esta comida?, ¿qué efectos tiene en el cuerpo? Existen múltiples estudios que demuestran los beneficios y problemas que existen detrás de este mito.
Pero un estudio reciente, realizado por un grupo de investigadores estadounidenses, sugiere que saltarse el desayuno o comerlo más tarde, podría aumentar el riesgo de enfermedades del corazón. Además, dicho estudio menciona la importancia de respetar los horarios de nuestras comidas.
Los investigadores de la Universidad de Columbia dijeron que el tiempo y la frecuencia de las comidas, están relacionados con factores de riesgo para una variedad de condiciones, incluyendo enfermedades del corazón, derrames cerebrales, presión arterial alta, niveles de glucosa en sangre, obesidad y sensibilidad a la insulina reducida.
Los investigadores revisaron otros estudios científicos actuales sobre el desayuno y las enfermedades del corazón, y encontraron que aquellos que comen el desayuno diariamente, tienen menos probabilidades de tener colesterol alto y presión arterial, mientras que los que saltan el desayuno y en cambio se la pasan comiendo botana y comida chatarra durante el día son más propensos a ser obesos, tienen mala nutrición o pueden ser diagnosticados con diabetes.
Además, se analizaron otros estudios que sugieren que las personas que saltan el desayuno, tienen 27 por ciento más riesgo de sufrir un ataque al corazón, y el 18 por ciento son propensos a un derrame o un ataque fulminante.
La profesora Marie-Pierre St- Onge, autora principal del estudio, dijo: “El tiempo en las comidas puede afectar la salud, debido al impacto en el reloj interno de nuestro cuerpo”.
“En los estudios con animales parece que, cuando los animales reciben alimentos mientras están en una fase inactiva, por ejemplo, cuando están durmiendo, sus relojes internos se restablecen de una manera que puede alterar el metabolismo de los nutrientes, resultando en mayor aumento de peso, resistencia a la insulina e inflamación. Sin embargo, más investigaciones se harán respecto a este tema, en humanos, para que este dato sea un hecho”.
Todavía hay debates en la comunidad científica sobre los beneficios de comer el desayuno. En un estudio realizado en el 2016, la investigación sugiere que, el estudio que dicta que el desayuno es la comida más importante del día, tiene muy poca base científica.
El Dr. James Betts, profesor titular de nutrición en la Universidad de Bath, dijo que la idea de que el desayuno es, inherentemente, bueno para nosotros, puede provenir de campañas de marketing diseñadas para vender, a los consumidores, cereales, huevos y tocino y, por esta razón, los “beneficios” han sido examinados adecuadamente.
Él dijo: “El problema es que estos beneficios, aunque suenen lógicos son, en gran parte, suposiciones basadas en estudios de observación y nunca había sido probado”.
Por otro lado, los investigadores de la Universidad de Columbia, encontraron que comer tarde en la noche podría llevar a un mayor riesgo de mala salud cardiometabólica. En este estudio se encontró que las personas que tienen un bocadillo nocturno, son más propensos a ser obesos, en comparación con los que no comen después de determinada hora”.
Los investigadores escribieron: “El impacto de tener horarios para comer, particularmente relacionados con los almuerzos, se merecen estudios más profundos”.
La profesora St-Onge añadió: “Sugerimos comer atentamente, prestando atención a la planificación de lo que come y cuándo come, para combatir la alimentación emocional”.
“Mucha gente encuentra que las emociones pueden desencadenar episodios de glotonería, incluso cuando la persona no tiene hambre, que va ligado a comer muchas calorías de comidas sin ningún valor nutrimental”.
Sin duda, cada cuerpo es distinto, y los metabolismos cambian dependiendo de diferentes factores: qué comemos, cuándo lo comemos y el ejercicio que hacemos, por lo que, mientras no haya un estudio totalmente probado, no sabremos por completo que tan cierto es que saltar comidas hace que ganemos peso.