Marcus era un indigente al que nadie le daba empleo ya que tenía antecedentes penales. Todo cambió cuando una mujer decidió ocuparlo y lo que él hizo después la sorprendió tanto que decidió publicar su historia.
Todo comenzó en marzo de 2016. Un indigente llamado Marcus entró al café de Abi en Minneapolis, Minnesota y le pidió dinero.
Cesia Abigail, dueña del lugar le contestó: “¿por qué no consigues trabajo?, a mí nadie me da nada gratis”.
Él le contestó que lo que más deseaba en el mundo era tener un empleo. Pero debido a sus antecedentes criminales, encontrar trabajo era lo más difícil del mundo, por lo que se había visto orillado a vivir en la calle.
La historia de Marcus conmovió a Cesia y decidió cumplir con lo que ella misma había opinado. Había estado batallando mucho para mantener el café a flote y estaba pasando tiempos difíciles, necesitaba algo de ayuda; pero no podía pagarla.
Ese día no tenía suficiente gente, así que le pregunté: ¿quieres trabajo? Tengo trabajo para ti, le dije. Sus ojos se abrieron inmensamente y su sonrisa me hizo el día. Él dijo ‘haría lo que fuera por comida’. Así que por casi dos semanas él ha estado trabajando turnos de dos horas, ayudando con los platos, lavando ollas, sacando la basura, etc. Cuando le pagué, ¿qué creen que hizo? Compró comida en mi restaurante -EL DECIDIÓ PAGAR- ¡porque eso lo hizo sentir bien!
Con su nuevo trabajo, Marcus había encontrado de nuevo la confianza en sí mismo y ahora es un hombre distinto. “Haz algo bueno por los demás hoy y no los juzgues porque ellos están ahí afuera pidiendo dinero y no conocemos su situación… Algunos merecen una oportunidad. Dios me ha bendecido, así que ¿por qué no bendecir a otros?”, señaló.
Su historia, que luego se volvió viral le trajo mucha publicidad a su negocio, incluso los Gigantes de Nueva York le enviaron una carta y ropa del equipo.
Personas de todo el mundo dejaron comentarios de felicitación y buenos deseos en su página de Facebook.