Ser agradable no es un don que solamente poseen quienes nacen con él; convertirte en un hombre atractivo e interesante es posible tomando en cuenta tus hábitos.
Según el escritor Travis Bradberry, un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles evaluó 500 descripciones de personas acerca de lo que es considerado interesante y simpático. Concluyeron que ser agradable no tiene que ver con la apariencia física o inteligencia – que son características innatas – sino con la capacidad de ser sincero, empático o comprensivo, rasgos que se aprenden y desarrollan.
Para Bradberry, autor del libro Inteligencia Emocional 2.0 y confundador de la consultora TalentSmart, la gente agradable lo es debido a sus hábitos en el trato con otros. Él dice que es importante tener en cuenta la forma en que nos comportamos con los demás si queremos despertar una simpatía genuina.
Pero antes de aprender nuevos hábitos, es importante eliminar las malas costumbres y rasgos negativos que ya tenemos. Según el escritor Travis estos son nueve comportamientos que nos convierten en gente indeseable y debemos comenzar a eliminar:
1. Falsa modestia
Hay personas que suelen criticarse mucho a sí mismas, pero eso puede ser porque tienen una baja autoestima o porque buscan llamar la atención haciendo notar sus cualidades. Todos conocemos a un tipo muy inteligente que parece burlarse de él mismo por ser el nerd de la clase, pero que en realidad lo hace para reafirmar su lugar como el más inteligente.
Las personas suelen detectar cuando alguien es humilde y cuando finge serlo. La falsa modestia encubre el deseo de alardear y, lo que es peor, la intención de manipular y engañar a los demás.
2. Puro trabajo y nada de diversión
Claro que hay momentos para divertirse y otros para ser serio, pero todo se trata de un equilibrio y las personas demasiado serias suelen generar sospechas. Hay quienes se concentran mucho en su trabajo o la actividad que les apasiona, pero generalmente necesitan relacionarse con otros para hacerlo. Es ahí cuando debemos aprender a equilibrar la seriedad con una actitud relajada.
Las personas desagradables son aquellas que se toman demasiado en serio su trabajo y no se permiten crear vínculos afectivos sanos con sus compañeros.
3. Nunca preguntar
Un diálogo es intercambiar ideas y saber fluir entre hablar y escuchar. Hay personas que solamente hablan con otras para expresar su punto de vista sin contestar preguntas y después dejan que los demás expresen su opinión sin hacerles preguntas. Eso no es una conversación, sino un monólogo entre dos.
A todos nos gusta sentir que somos escuchados y una buena manera de provocar esa sensación en otros es hacerles preguntas sobre lo que están hablando, no solo oírlos hasta que paren de hablar. Preguntar es una muestra de interés que es muy apreciada.
4. Secuestros emocionales
Este es un término moderno que simplemente quiere decir que pierdes el control de ti mismo. Se dice secuestro emocional cuando las personas son sobrepasadas por sus emociones y se vuelven impulsivas; arrojan objetos, tiran golpes, patalean, gritan o hacen otro tipo de acciones que podríamos llamar berrinches.
Por supuesto que perder la estabilidad hasta ese grado es una señal de baja inteligencia emocional y, aunque atraiga mucha atención hacia ti, serás más bien considerado como intimidante e impulsivo.
5. Sacar el teléfono
Sabemos que actualmente revisar el celular es una necesidad básica para muchas personas, pero quienes lo hacen a mitad de una conversación ganan fama de indiferentes porque no pueden, o no quieren, mantener una conversación.
Sobre todo en nuestros tiempos modernos, dejar de lado el celular es una gran muestra de respeto e interés por los demás.
6. Nombres y nombres
Hay quienes no pierden ni la más mínima oportunidad para presumir que conocen a tal o cual fulano. Todos conocemos a alguien que siempre nos está refiriendo los nombres de todas las personas importantes con las que se relacionan, pero la gente se cansa de escucharte mencionar a otros en una charla.
Este hábito simplemente demuestra la poca seguridad que se tiene en las capacidades propias y la necesidad de llamar la atención a costa de otras personas que tienen más que ofrecer.
7. Chismes
Lo que hablas mal de otros, habla peor de ti. Relacionado con el punto anterior, hay personas que no tienen otra cosa que ofrecer más que hablar de los demás y buscan lucir bien a costa de hacer ver mal a otros. Alguien que se deja llevar por los chismes se vuelve una persona indeseable en la que no se puede confiar.
8. Mente cerrada
Todos tenemos una opinión y es válido defenderla. Sin embargo, hay muchas personas que harían cualquier cosa con tal de no modificar sus creencias. Como piensan que si lo hacen tendrían que cambiar enormemente su forma de ser, las personas desagradables no aceptan cualquier otra idea que no vaya de acuerdo a sus prejuicios.
9. Abriéndose demasiado
Esto es lo contrario al punto anterior. Hay quienes comienzan una relación y a los pocos días ya están compartiendo cosas muy privadas que muchas veces los demás no están listos para manejar. Compartir demasiado de ti mismo al poco tiempo de conocer a otros es una muestra de que solo te interesas por ti y que eres insensible a las necesidades de otras personas.
Resumiendo: ser un falso modesto, demasiado serio, que no pregunta, se deja llevar por sus emociones, siempre está viendo el celular, que solo habla de otras personas (para bien y para mal), prejuicioso o demasiado abierto, son una combinación que da como resultado una persona totalmente indeseable.
Todos estos hábitos se aprenden y también se pueden corregir. Así que es buen momento para revisar cuál de ellos es tu punto débil, empezar a trabajar en cambiarlo y ser una mejor versión de ti mismo más agradable.