Las personas bondadosas que se preocupan por el bienestar de los demás siempre merecen tener una justa recompensa por su nobleza. Lo que para Aina Townsend, de 22 años de edad, solo era cumplir con su deber cívico, terminó en una gran sorpresa.
Aina es un hombre de familia que hace cinco años se mudó a la ciudad de Maui, en Hawái, con su esposa e hijos. Además de estudiar para tener un mejor futuro, este caballero ejemplar trabaja como guardia de seguridad en el supermercado Foodland de la ciudad de Kahului, al que llega en bicicleta para llevar el sustento a su hogar.
Un día Aina vio que una de las clientas del supermercado estaba haciendo las compras de víveres, muy apresurada y con su bebé de cinco meses en brazos. Después de pagar, esta mujer se fue en su auto, pero dejó su cartera olvidada en el carrito de la tienda.
El joven guardia vio lo que había pasado y decidió hacer lo correcto: devolver la cartera con dinero y tarjetas bancarias a su dueña. Esto significó hacer un recorrido de cinco kilómetros hasta la casa de la mujer, llamada Chloe Marino, quien no se dio cuenta de que le faltaba su cartera hasta que se la regresaron.
Chloe y su esposo Gray le agradecieron mucho por haber viajado tanto para devolver la cartera y Aina solo dijo que también había pasado por esa situación y que perder algo así era lo peor del mundo.
La pareja contó esa historia en las redes sociales y los amigos de Gray les dieron la idea de ayudar a este buen samaritano dándole una gran sorpresa. Hicieron una petición en la página Go-Fund-Me para recaudar dinero, con el que le comprarían un carro usado al guardia de seguridad.
“Quisiéramos recaudar $5,000 para poder comprarle a Aina un auto usado antes de Año Nuevo. Probablemente sea una posibilidad remota, pero se lo merece y Gray y yo seremos los primeros en contribuir”.
La respuesta de las personas fue increíble. Todos se conmovieron por la nobleza de Aina y la meta de dinero no solo fue alcanzada en poco tiempo, sino que la superaron. En total se recaudaron 25,586 dólares, así que en lugar de un auto usado, están planeando comprarle uno nuevo.
Para Aina un carro sería de gran ayuda para poder transportarse con mayor facilidad y menos esfuerzo de su casa a su trabajo y escuela. Su recompensa no quedará solo en el agradecimiento, sino que se materializará en un vehículo totalmente nuevo.
Ser un buen samaritano que hace lo correcto sí tiene un merecido reconocimiento y, en el caso de este joven guardia, una cartera devuelta le va a traer como premio un carro tanto para él como su familia. Es más que lo justo y nosotros aplaudimos a Aina por su nobleza.