Si crees que los libros, conferencias y frases motivacionales te ayudarán a alcanzar tus metas, te equivocas, al menos según este piloto exTop Gun de la Fuerza Aérea de Estadodos Unidos. Olvídate de la motivación, quédate con la disciplina.
“Pasé 23 años como piloto de élite, y lo que me enseñó es que la motivación no tiene sentido”, dijo David Berke, piloto retirado de la Marina en una columna que escribe para el diario Bussiness Insider.
Estuve siempre con miedo durante los 23 años que me desempeñé como piloto de combate de los Marine Corps. Tenía miedo de caer, de salir herido, de morir. Estaba aterrado de fallar, y me encantaría decirles que desarrollé un mantra, un ritual de respiración, o una fórmula mágica para sobreponerme a todos esos temores. Pero no es así.
El expiloto asegura que cuando lideraba a sus compañeros marines al combate, todos tenían miedo. “Me encantaría decir que las palabras motivacionales que yo le pudiera dar eran suficientes para impulsarlos a la batalla, pero no”.
En Hollyood, el equipo de casa siempre gana el juego a último minuto luego de un discurso inspirador que les da el entrenador, y las tropas siempre ganan luego de un sermón heróico. Pero la verdad, señala, es que
en la vida real, cuando el miedo, la fatiga y la duda te paralizan, ningún discurso puede darte la motivación que necesitas para seguir adelante. Lo único en lo que tú y tu equipo pueden confiar es en la disciplina.
La importancia de la disciplina la predicaba el comandante Jocko Willink, quien decía que la disciplina es libertad.
Él predicaba en Irak la importancia de la disciplina como comandante del equipo SEAL Team Three’s Task Unit Bruiser, el escuadrón de operaciones especiales más condecorado de la Guerra.
En el mundo real, dice, también la disciplina ayuda a sortear obstáculos. De hecho, la disciplina es muy útil en el mundo de los negocios, por ejemplo.
Más que cualquier otra cualidad, la disciplina es lo que lleva a alguien a tener éxito cuando se enfrenta a la adversidad. Y eso es lo que es el mundo real: adversidad.
Relata que mucho antes de ser instructor de Top Gun, cuando empezó como piloto, lo que lo sacó adelante fue la disciplina:
Fui seleccionado como piloto para un F-18 Hornet, y cada vez que me subía a la cabina mi pasión por volar era mayor. Entonces, con solo dos días de entrenamiento para terminar en el USS Constellation, tuve que aterrizar de noche por primera vez. Y me aterrorizó completamente.
Literalmente, mi motivación se evaporó, como la mayoría de mi intención de tener una carrera volando en portaviones. Por primera vez en mi vida, volar no era divertido. Me di cuenta de que mi trabajo soñado era solo eso: un trabajo. Y con un trabajo se requiere que hagas cosas que no disfrutas o encuentras sencillas. El miedo puede debilitar a un piloto de portaviones, especialmente en combate. Para tener éxito, tuve que superarlo. Mi disciplina era todo en lo que podía confiar, y necesitaba cada gramo que tuviera. Así, los siguientes cuatro años completé más de 120 aterrizajes nocturnos, muchas veces después de misiones de combate en Irak y Afganistán. Odié cada uno de ellos.
Cuando regresé a Irak en 2006, cambié mi F-18 por una carabina M-4. Aunque mi idea de los Navy SEALs era la de un equipo que hacía labores muy activas, realmente ese tipo de trabajo era raro. La mayor parte del tiempo la pasaba en techos junto a un compañero, inmóvil por horas, observando la ciudad con la mira del rifle. Un día sí otro también, lo miraba tediosamente, sin recompensa alguna. Es el trabajo que no te muestran en las películas ni en los videos de reclutamiento.
Pocas cosas te pueden quitar la motivación como el polvo sofocante del desierto a 45°C. Lo único que te permite soportar ese ambiente es la disciplina. Y aunque esa disciplina no se te reconoce, no queda sin premio. Los valores de la disciplina trascienden el campo de batalla. La disciplina te permite hacer el trabajo que no disfrutas, pero es necesaria. La disciplina conquista el miedo. Te permite seguir cuando la curiosidad, motivación y la emoción se evaporan. En mi negocio, trabajo con líderes que tratan de contratar a las personas indicadas para armar equipos. Esos líderes siempre buscan personas motivadas. Mi consejo para ellos es simple: la motivación es una buena cualidad, pero no es la más importante. Contrata gente que sea disciplinada.