Quizá sentimos que el puesto fue hecho para nosotros; a lo mejor tenemos una enorme confianza en nuestras habilidades. Pero las entrevistas de trabajo ya suponen un nivel de estrés que puede hacernos cometer algunos errores que podrían impedirnos obtener la fuente de nuestras quincenas.
Hay muchas razones para estar nerviosos en una entrevista de trabajo y es totalmente válido sentir algo de ansiedad. Y aunque los encargados de personal de las empresas procuran que te sientas relajado, la verdad es que para algunos no hay jueces más duros que nosotros mismos.
Es muy común que al salir de una entrevista de trabajo pensemos cosas, como que debimos haber respondido de otra manera a lo que nos preguntaba el entrevistador. Después de la tormenta durante la entrevista, llega la calma de la reflexión. Aquí te sugerimos algunas cosas que debes cuidar que no se te escapen en tu próxima entrevista. Estos tres errores a veces mantienen a muchas personas en las engrosadas estadísticas del desempleo.
Así que toma un momento de calma y lee con atención lo que NO debes hacer en una entrevista de trabajo.
1. Decir que no te equivocas
Sabemos que a veces te sientes la perfección andando y que obviamente quieres resaltar más tus aciertos frente al entrevistador. Muchos creen que al hacer énfasis en sus logros las personas de la compañía se darán cuenta de que saben hacer un buen trabajo.
Sin embargo, las empresas también están interesadas en saber qué ocurre cuando las personas se equivocan; no se trata de que quieran que te equivoques; eso es un ideal que muchos queremos cumplir. Pero una cosa es lo que queremos y otra lo que hacemos, y lo que hacemos es cometer errores, a veces.
Así que es posible que alguien te pregunte sobre una vez en la que te hayas equivocado. No quiere saber qué tan mal empleado puedes ser sino cómo reaccionas frente a un error.
2. Usar expresiones inapropiadas
Cada día se vuelve más difícil ser “políticamente correcto” y eliminar de nuestra forma de hablar algunas expresiones que pueden resultar ofensivas para las personas. Los defensores de la igualdad de género, de raza y de derechos saben muy bien que a veces hasta un chiste esconde formas de discriminación.
Los entrevistadores intentan que estés relajado para que puedas pensar con calma tus respuestas. Pero eso no quiere decir que nuestro lenguaje deba perder la seriedad que requiere la situación. Recuerda que vas a ser un representante de esa empresa, y a menos que sea una compañía de corsarios procura moderar tu forma de hablar.
3. Actuar como si fueras mejor que todos los demás
Sabemos que te has esforzado, varón; sabemos que le echaste ganas a tus estudios y que te graduaste con honores. Pero la vida exige a veces más que eso y necesita personas que sepan trabajar con los demás y apreciar su participación. Es común que en las entrevistas quieras mostrar tu superioridad, pero si para eso tienes que compararte con otros y quitarles sus méritos, esa entrevista no tendrá mucho éxito.
Hablar mal de otros habla mal de ti mismo. Al desestimar a otras personas, los entrevistadores perciben más arrogancia que seguridad. También es importante saber si estás dispuesto a pedir ayuda en tus labores. Así que relájate con la vanidad si te quieres quedar con ese nuevo empleo.
Quizá te suenen como cosas muy obvias, pero el truco es que lo son tanto que a veces las pasamos por alto y no pensamos en las consecuencias que nos pueden traer; el solo hecho de que te interese saber qué puede salir mal en tus entrevistas habla bien de ti, varón. Suerte y que obtengas el empleo que gustes.