Nos han engañado todo este tiempo diciéndonos que los billetes no pueden conseguirnos verdadero bienestar. La ciencia se encargó de resolver ese mito y asegura que sí existe una relación entre experimentar dicha y tener mayores ingresos.
Parece que el viejo refrán de “el dinero no compra la felicidad” solamente es una bonita frase, pero que en la realidad las cosas no funcionan de esa manera. Un reciente estudio científico dirigido por Matthew A. Killingsworth reveló que tener un alto ingreso económico por año sí tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de las personas y aumentar su sensación de bienestar.
Él es un investigador de la Escuela Wharton de Negocios de la Universidad de Pennsylvania y su análisis económico titulado muy atinadamente El bienestar experimentado aumenta con los ingresos recopiló información de 33,391 empleados de Estados Unidos.
Estos voluntarios contestaron diferentes cuestionarios en la aplicación Track Your Happines y, de esta manera, Killingsworth logró reunir en total 1,725,994 informes acerca de los ingresos y experiencias de esas personas.
El análisis del investigador se enfocó en relacionar el impacto que tienen los ingresos anuales de los empleados en dos rubros principales: su experiencia de bienestar (cómo se sintieron en determinados momentos de su vida) y su evaluación de bienestar (una reflexión de su vida hasta ahora).
Un estudio anterior llevado a cabo por Angus Deaton y Daniel Kahneman, este último fue ganador del Nobel de Economía en el 2002, decía que solamente el bienestar de las personas que percibían ingresos iguales o mayores a 75,000 dólares por año, podría ser afectado por un aumento o disminución de su dinero.
Pero los resultados de Matthew revelaron, quizá para sorpresa de casi nadie, que tener mayores ingresos sí aumenta la experiencia y la evaluación de bienestar de las personas, incluso de quienes ganan menos de los 75,000 dólares propuestos por el estudio de Deaton y Kahneman.
Killingsworth concluyó que existe una comprobable relación lineal entre el aumento de los ingresos económicos y las experiencias y evaluación de bienestar de las personas. Además, mencionó que las personas asocian el dinero con el éxito profesional, lo que también es un importante factor de la felicidad de las personas.
Así que la próxima vez que alguien te quiera decir que una gran cuenta en el banco no te va a traer felicidad, puedes decirle que te deposite sus millones de dólares para que se dé cuenta de que la ciencia no lo respalda.