Evgeny Anisimov dice que no es ningún héroe, porque simplemente está haciendo lo que todo varón debe hacer; pero justamente por ello es que los demás sí lo reconocemos como un valiente padre.
Estadísticamente a nivel internacional uno de cada 1,100 recién nacidos sufren de una alteración genética que da como resultado el Síndrome de Down. El hijo de Evgeny, Mishka, fue uno de estos bebés con una copia extra del cromosoma 21, y después de llegar al mundo su padre se hizo cargo de él sin ayuda de su madre.
Como la mayoría de nosotros, Anisimov no tenía ni idea de lo que debería hacer para darle cuidados extra a Mishka, pero desde que el doctor le mencionó la posibilidad de que nacería con este síndrome él se puso a investigar lo que les esperaba en el futuro.
Quería estar preparado, pero ni así pudo evitar sentir una enorme tristeza cuando el doctor le confirmó que su hijo tenía esta discapacidad. Evgeny salió del hospital a llorar, pero también a tranquilizarse y a recuperar su ánimo.
Él mismo se consoló al darse cuenta de que existían peores enfermedades o condiciones para un recién nacido, así que ahora Mishka contaba con él para salir adelante y Evgeny no lo iba a decepcionar.
La esposa de Anisimov también estuvo pasando por una fuerte crisis, sin embargo, ella quería llevar a Mishka a un orfanato para que ahí lo criaran. Como Evgeny no podía ni siquiera pensar en esa opción, la pareja tuvo un gran conflicto y ella los abandonó.
Así que ahora este padre de familia se había quedado sin su pareja para hacerle frente a esta situación, pero Evgeny no flaqueó, y entendió que si la vida le estaba dejando en su manos a Mishka él tendría que esforzarse muchísimo más que cualquier otro papá.
El tiempos sigue su curso, y Evgeny se levanta cada día pensando en cómo brindarle a Mishka todo lo que necesita para tener una vida plena y próspera. Este padre sabe que le esperan grandes batallas a su hijo, y él estará ahí para que siempre se sienta acompañado.
Todos hablamos del amor de mamá, y lo que ha hecho por nosotros; pero pocos hablan del sacrificio de papá, y es hasta que casos como el de Evgeny y Mishka salen a la luz que podemos apreciar a nuestros papás.
Quiero apoyar, inspirar con mi ejemplo a aquellas personas que están o estarán en la misma situación que yo. Intento comunicarme con los que están a mi alcance, me correspondo con los que están lejos. Espero que los que ahora tienen dificultades, como lo fue para nosotros, lean sobre nosotros. ¡No tengan miedo! Todo estará bien.
– Evgeny Anisimov