Las personas que no tienen un hogar terminan pasando las noches en plazas, calles y lugares públicos, pero no pueden dormir bien y eso va deteriorando su salud. No pueden pagar por atención médica porque no tienen trabajo, y no les dan empleo porque su salud es muy mala; es un circulo vicioso.
Pensando en lo necesario que es un buen descanso, este héroe sin capa inició una campaña para romper con este ciclo y ayudar a quienes no tienen ni siquiera donde dormir.
El australiano Norman McGillivray estaba caminando una noche por un estacionamiento completamente vacío y se preguntó si podría servir como un refugio para gente desvalida. Se le ocurrió que si durante el día estos lugares “albergaban” autos, cuando estuvieran desocupados serían un buen sitio para descansar.
Norman se puso en contacto con la empresa de operadores de estacionamiento Secure Parking y propuso que le permitiera poner camas inflables en uno de estos sitios durante las noches por dos semanas para poner a prueba su campaña llamada Beddown (Acostarse).
Con la ayuda de un grupo de voluntarios, este hombre hizo un gran refugio improvisado en este estacionamiento de la ciudad de Brisbane y fue un éxito. Muchas personas llegaron para quedarse a dormir, se registraron y se comprometieron a quedarse ahí todas las noches que les permitieran.
Fueron 41 personas quienes pudieron disfrutar de un buen descanso gracias a la iniciativa de Norman, que ahora es una organización completa que busca ayudar a quienes no tienen casa:
Intentaremos acercarnos lo más posible a una cama cómoda y adecuada para proporcionar a las personas una buena noche de sueño, es nuestro objetivo final. La privación del sueño es un problema enorme para nuestras personas sin hogar, por lo que estar en un lugar que ofrece refugio, y es seguro y cómodo, creemos que tendrá un gran impacto en aquellos que usan Beddown.
La idea de Norman se sigue expandiendo y ahora están buscando más estacionamientos y espacios vacíos durante la noche que puedan servir como refugio, donde además participan médicos, enfermeras, dentistas, nutriólogos, estilistas y otros profesionales que cuidan a quienes duermen en las camas de Beddown. Ahora las personas sin hogar se sienten más seguras y quieren volver a tener una vida más normal:
Después de pasar la semana aquí, dormir bien por la noche y hacer una rutina, me recordó lo que es la vida y me inscribí en rehabilitación durante 6 meses. Al poder dormir toda la noche y lejos de las drogas, estoy más claro durante el día y no he usado drogas durante ocho días seguidos. Es la primera vez que tengo un sueño en años. No tengo que cuidar mi espalda aquí.
No tienen hogar pero estas personas necesitan una segunda oportunidad para recuperar su salud y tener una vida digna. Norman se merece un aplauso por esta buena idea para ayudar a quienes por desgracia no tienen un lugar donde descansar.