Caballeros, ¿les ha pasado que al final del día hacen un recuento de las cosas que hicieron solo para darse cuenta que no lograron realizar todo lo que tenían planeado? Tal vez habían decretado ejercitarse, estudiar para un examen próximo, adelantar trabajo, limpiar su casa y encontrar tiempo para relajarse, pero ninguna de estas cosas pasó.
Por el contrario, se despertaron tarde, vieron a sus amigos y llegaron a casa a acostarse mientras veían su celular. Otro día tirado a la basura, ¿les suena familiar? ¿Sienten que están atascados en un ciclo sin fin de buenas intenciones y se sienten mal por no cumplirlas? Hoy hablaremos de eso y de cómo planear una rutina diaria ayudar a cumplir con sus objetivos.
¿Por qué es necesario planear nuestro día?
Simple, para priorizar nuestras tareas y sacarle el mejor provecho a nuestro día sin dejar de lado las cosas “menos importantes”. Un día planeado asegura que harás las cosas prioritarias primero según tu carga diaria, y te ayuda a tener tiempo para las cosas que verdaderamente te apasionan, como comenzar un nuevo negocio a la par de tu trabajo, por ejemplo.
Tener un día programado también reduce la fatiga de tomar decisiones, pues sabrás cuáles tareas son más importantes. Y, de las cosas más importantes, un día planeado te mantiene firme y cuerdo. No importa cuán locas se pongan las cosas durante el día, es reconfortante saber exactamente qué sucederá al principio y al final del día. Las rutinas nos dan una sensación de control sobre nuestras vidas y nos convierten en hombres más efectivos.
Cómo crear tu rutina diaria en tres simples pasos
1. Revisa tu plan de vida
Piensa en tus metas más importantes y contesta esta pregunta: ¿Hay algún hábito o comportamiento que debas inculcarte para lograr esos objetivos? Haz que esos comportamientos o hábitos formen parte de tu rutina, y deshecha aquellos que te impiden realizarlos.
Por ejemplo, si tu objetivo es escribir una novela, haz parte de tu rutina escribir 30 minutos sin interrupciones, y que sea lo primero que hagas todas las mañanas. Si tu objetivo es aprender un nuevo idioma, haz que leer un libro de gramática sea parte de tu rutina nocturna. Si tu meta es bajar 10 kilos, que hacer ejercicio sea lo primero que hagas por la mañana.
Si bien las tareas que decidas incluir en tu rutina varían según tus objetivos, te sugerimos incluir el hábito de revisar tu día todas las noches y planificar el siguiente. Por la mañana revisa tus horarios y objetivos a corto y largo plazo, de esta manera te concentrarás y lograrás más durante el día.
2. Sé firme en tu rutina
Las actividades de nuestra rutina pierden poder si se mantienen vagas. No puedes decir: “Me levantaré cuando sea y haré tal y tal cosa por un tiempo más o menos, y me iré a la cama cuando empiece a sentirme cansado y lea un poco”. Ese tipo de planeaciones son nudos sueltos que seguramente se desharán. Procura que tu planificación sea firmemente establecida, con horarios fijos para cada cosa, y procura ir a la cama a la misma hora todas las noches. Debes saber qué actividades harás, en qué orden y por cuánto tiempo.
3. Adapta tu rutina a medida que cambia tu vida
Si bien las rutinas deben ser firmes, no quiere decir que te dedicarás a lo mismo el resto de tu vida. A medida de que cumplas tus objetivos deberás establecer nuevas metas y eso significa cambiar tus planes. Es decir, tu rutina de estudiante en definitiva no es la misma que tu rutina de trabajo, por lo que es evidente que tendrás que modificar algunos aspectos para que encajen con tu nuevo estilo de vida.
También procura identificar si tus planes están saturados; es decir, que programaste tantas cosas que te sobrecargas y te estresas. Lo mejor es darle un tiempo adecuado a cada cosa que hagas para que te asegures de que las haces bien. Debes ser flexible, pero constante.
A continuación te daré un ejemplo básico de rutina para que te des cuenta de que tu día no debe estar saturado. Un día planificado, como te dije, da cabida a más actividades de esparcimiento. Para mejores resultados, el siguiente ejemplo está dividido en rutina de día y por la tarde.
Rutina de día
5:30 am – Levantarse
Ponerse la ropa para entrenar, lentes de contacto e ir directo a la cocina
Tomar un vaso de agua fría y un licuado de proteína
5:40 am – Ir al gimnasio (Lunes, miércoles y viernes: Pesas. Jueves y martes: Cardio. Sábado y domingo: Circuito)
6:40 am – Regresar a casa y bañarse, cepillarse los dientes y alistarse
6:55 am – 20 Minutos de meditación o lectura de noticias
7:15 am – Revisar las metas diarias y actividades programadas
7:30 am – Ir al trabajo
Rutina por la tarde/noche
La meta es tener luces apagadas para las 11 pm. Con eso en mente, una buena rutina podría ser:
9:30 pm – Revisar el trabajo del día, metas y plan para el día siguiente
10:00 pm – Alistar la cama; tomar vitaminas
10:15 pm – Leer un poco
11:00 pm – Luces apagadas. A dormir