Un varón debe dominar el delicado equilibrio entre ser viril y educado, para sobresalir de entre la manada. Lo rudo no quita lo educado.
Un hombre moderno es aquel que puede hacer hazañas asombrosas cuando la situación lo amerita, pero también es una persona de mundo con una gran educación, algo como ser un James Bond o un John Wick. Claro que puedes desarrollar tus habilidades físicas en muchos lugares, pero ¿qué es lo que distingue a un hombre educado?
Según el libro Cómo vivir la buena vida, del oficial Edward Whitehead: “un hombre educado ha sido definido como uno que puede entretenerse a sí mismo, puede entretener a otros y puede hospedar una nueva idea”. Básicamente quiere decir que no se aburre estando solo, hace sentir bien a los demás y es de mente abierta. Veamos esas características más a fondo:
1. Entretenerse solo
Billy Graham decía que solamente los hombres que quieren las cosas ya hechas son los que se aburren. Aunque ahora tenemos miles de formas de entretenimiento, los hombres sin educación se aburren porque dejan de crear, solo consumen. Pasamos el fin de semana viendo series y películas, en lugar de ocupar nuestro tiempo aprendiendo o construyendo.
Tal vez se trata de un problema de atención. Como ahora tenemos tantas opciones de entretenimiento, pasamos de una cosa a otra muy rápido y por eso dejamos de disfrutar lo que hacemos. Un hombre educado sabe que no hay prisa y puede dedicarle todo un fin de semana o más días a un solo proyecto.
Un varón de verdad sabe que siempre hay algo por hacer y es tremendamente curioso. Nunca se está quieto; entiende que descansar también es hacer algo que lo apasione y lo deje exhausto. Incluso puede prescindir de objetos y oficios, porque es capaz de disfrutar el tiempo reflexionando y desmenuzando sus ideas.
2. Hace sentir bien a otros
No es que se vuelva el payaso de la fiesta que hace reír a todos; de lo que habla el oficial Whitehead es que un hombre educado puede agasajar a las personas que lo rodean y hace lo posible por que estén a gusto. Un hombre así, siempre tiene un tema de conversación que lo vuelven alguien interesante.
Albert Einstein decia que todos somos ignorantes, pero que no todos ignoramos las mismas cosas. Un hombre con educación sabe compartir los conocimientos que tiene sobre las cosas que le apasionan. Escuchar a una persona hablar de las cosas que ama en la vida es un agasajo total.
Claro que para compartir ideas y conocimientos, primero hay que tenerlos. Un hombre educado es alguien culto que igual puede hablar de películas, arte, ciencia, filosofía, religión, política, cuenta las aventuras que le han pasado y tiene un excelente sentido del humor.
3. Una mente abierta
Entre más conocimiento tiene un hombre educado, más se da cuenta de todo lo que ignora y no desaprovecha las oportunidades para aprender algo nuevo. Un varón puede ser muy inteligente y dominar muchos temas, pero nunca se encierra en su propia opinión, aunque sea muy buena.
Recientes investigaciones de psicología muestran que los seres humanos nos aferramos a nuestras creencias, a veces de formas irracionales. Según los expertos de la mente, cuando nos muestran evidencia de que estamos equivocados, en lugar de cambiar de opinión, le damos mayor fuerza a nuestras erróneas creencias; lo llaman el efecto de contrafuego.
También pasa que solamente aceptamos nueva información cuando se ajusta a lo que ya sabíamos y negamos todo aquello que no encaje en nuestro sistema de creencias. A esto le llaman el prejuicio de confirmación.
Por último, existe algo conocido como la falacia del costo. Esto quiere decir que a veces nos aferramos a una creencia porque le hemos invertido tiempo, dinero, esfuerzo o tenemos un vínculo emocional con ese pensamiento. Aunque sea un error, no queremos cambiarlo porque sentimos que perdemos todo lo que nos ha costado.
Por supuesto que todo esto no lo hacemos de forma consciente, pero nos afecta más de lo que podrías creer. Un hombre educado lucha cada día contra sus propios prejuicios y hábitos porque su intención es mejorar, a toda costa. No importa si tiene que cambiar su opinión, si aprende algo nuevo y útil en el proceso, y nunca es tarde para aprender.
Aprovechar el tiempo a solas, hacer sentir bien a los demás y dar el beneficio de la duda; así resumido puede sonar fácil, pero la realidad es que ser un hombre educado, aunque es posible para todos, requiere años de práctica. Es hora de comenzar a ser un caballero educado y verás que con el tiempo te va a beneficiar mucho.