Aunque todos somos diferentes, la verdad es que hay varones que se distinguen mucho más del resto, no por su apariencia, propiedades, cuenta en el banco o sus grandes hazañas, sino por su forma de vivir.
Los seres humanos tendemos a clasificar todo a nuestro alrededor y también lo hacemos con los hombres. Algunas personas clasifican a los varones en una pirámide de tres niveles: en la base están la gran mayoría, en medio los exitosos y en la punta los más excepcionales.
En la parte más amplia de la pirámide están los hombres que solo ven pasar la vida, para quienes no hay retos que superar y lo importante es tener una vida tranquila. Este tipo de hombres pueden o no tener éxito en los negocios o el amor, pero para ellos triunfar o fracasar les da igual.
Los varones de la mitad son los exitosos dentro de un margen bien definido. Aquí tenemos a los grandes profesionistas, empresarios, emprendedores y que son considerados como buenos partidos por las mujeres.
Por último están los grandes hombres, que se distinguen porque sus logros atraviesan las barreras del tiempo y el espacio. Son los grandes nombres conocidos por todos y que se vuelven parte de la historia de la humanidad.
Muchos pensarían que las riquezas, la apariencia o la inteligencia es lo que separa a estos tipos de hombres. Sin embargo, podría ser que exista un hombre muy rico en la base de la pirámide que heredó su fortuna y le da igual lo que pase con él, o un hombre muy inteligente pero desaliñado en la cúspide. Estas cosas no son realmente importantes.
¿Qué es lo que hace la verdadera distinción entre varones? Estas son las cuatro cualidades que realmente caracterizan y distinguen a los hombres excepcionales del resto de la manada:
1. Humildad
Los hombres que piensan que se hicieron a sí mismos se engañan. Todos necesitamos de los demás y los varones excepcionales reconocen que no serían nada sin la ayuda de otros. Saben que sus triunfos no les pertenecen por entero; su humildad también les da la capacidad de ser generosos, pues entienden que deben retribuir a quienes forman parte de sus logros y también ayudan a otras personas desinteresadamente.
2. Valentía
Este es el punto medio entre la cobardía y la temeridad. Los hombres excepcionales reconocen sus temores y los enfrentan; entienden que las cosas que valen la pena son difíciles y ven cada uno de sus fracasos como una oportunidad de aprendizaje. Nadie nace con coraje, este se desarrolla con el paso del tiempo, afrontando cara a cara nuestros temores y saliendo de nuestras zonas de confort.
3. Creatividad
Hay personas que solo viven consumiendo lo que ya existe y no les importa hacer ninguna aportación al mundo. Los varones distinguidos tienen mucha imaginación y son los que cambian el mundo, aunque sea con pequeños detalles. Su creatividad les permite ver las cosas que todavía no existen y omitir lo que todos dan por hecho. Esto no se trata solamente de las artes, la creatividad se necesita en cualquier actividad humana.
4. Lealtad
Un hombre podrá ser humilde, valiente y creativo, pero si no es leal no estará completo. Un hombre comprometido nunca falla a su palabra y es por eso que todos confían en él. Cumple lo que promete y nunca abandonan a las personas.
No importa el nivel socioeconómico que tengas, lo esencial para distinguirte de todos los demás hombres es tu humildad, valentía, creatividad y lealtad. Las riquezas, la apariencia y todo lo demás es solo un accesorio. Desarrolla estas cualidades y el éxito vendrá solo.