Hoy les contaré porque Sadio Mané no solo es una superestrella del futbol, sino también un ser humano con un gran corazón y compromiso social. El delantero senegalés del Bayern Múnich se ha posicionado como un héroe en Bambali, su pueblo natal en Senegal, donde los habitantes han recibido un verdadero apoyo y cobijo por parte del deportista.
Mané ha emprendido varios proyectos en Bambali con el fin de llevar a su pueblo a un desarrollo y mejorar las condiciones para sus territorios. El dinero no falta en la cartera del deportista, pero tampoco el cariño en su corazón, pues ha donado grandes cantidades de capital para proyectos escolares, médicos, entre otros.
Entre los más destacados está un hospital y una escuela pública que ayudarán a la formación de los menores, así como de los adultos, siendo un encauce y una oportunidad para que los bambalís tengan un curso académico y una buena salud que los ayude a afrontar las adversidades de su tierra.
Pero no se ha quedado solo en ello, pues recientemente inauguró una estación de combustible que abastece a su pueblo, beneficiando a los habitantes, así como a los de cerca de 30 pueblos cercanos que ahora tendrán dónde cargar gasolina y alimentar a sus vehículos para transporte o trabajo en el campo.
Además, aprovechó la vuelta a las tierras de donde es oriundo para echar una cascarita con los exjugadores de la Premier como Pepiss Cisse y El-Hadji Diouf, demostrando que no importa que sea en los mejores estadios del mundo o una cancha de terracería, la pasión por el futbol se vive en el juego.
Sadio Mané aprovechó su visita para prometerle a sus paisanos una oficina de correos. Ellos saben con seguridad que pueden tenerla, pues Mané no ha faltado a su palabra y ya ha desembolsado más de 860 000 dólares en todos los constantes apoyos. Un ejemplo de ello es la ayuda que otorga mensualmente a cada familia, con una cantidad de alrededor de 75 dólares y poco más de 420 dólares a los mejores promedios de la secundaria de Bambali.
Los jóvenes ahora pueden progresar en sus estudios, pues Mané ha dado computadoras portátiles a las escuelas, así como ropa deportiva a los niños de la aldea e internet 4G para todos. Sin duda, ahora están más conectados que nunca debido a un hombre que deja el corazón en la cancha mientras lo comparte con su gente.