Siempre que vamos al gimnasio escuchamos a las personas, incluso a los entrenadores hablar de dietas, de rutinas de ejercicio, de sustitutos de proteína y de muchas otras cosas que supuestamente ayudan tanto a perder grasa, como a formar músculo. Sin embargo, muchas de estas cosas son falsas o no tienen ningún fundamento.
Es por ello que a continuación destruímos 10 mitos que circulan en las comunidades fitness y si caíste en alguna de ellas es momento de que dejes de aplicar esos consejos y mejor vayas con un especialista.
1. Puedo comer todo lo que quiera mientras vaya al gimnasio
La realidad es otra: si comes más de lo que tu cuerpo necesita, vas a subir de peso. Lo ideal es ver cuales son tus metas: si es bajar de peso, entonces tienes que bajar lo que comes; no creas que puedes comerte una pizza entera y luego ir al gym y bajarla. Las cosas no funcionan así.
2. Tengo que tomar suplementos, si no no veré resultados
Todo está en la alimentación. Antes de consumir suplementos, tienes que ir con un especialista, un nutriólogo deportivo o entrenador, platicarle tus planes corporales y él te recomendará una dieta que se ajuste a lo que quieres. Posteriormente, analizará si debes o no incluir este tipo de suplementos.
3. Cuando más sudas estás quemando más grasa
Si eres de los que piensan que meterte al sauna por una hora y salir todo sudado equivale a quemar grasa, lamentamos decirte que no es cierto. Cuando tu cuerpo suda, es porque se aumenta la temperatura. En el sudor pierdes agua y minerales, más no grasa. Si es que después de sudar en exceso pierdes algunos gramos, estos no son necesariamente de grasa, sino resultado de perder líquidos.
4. Las cosas orgánicas y sin gluten son más saludables y puedo comer las que quiera
A pesar de que la comunidad fitness ha iniciado una guerra contra el gluten, la verdad es que si no eres celíaco (personas intolerantes al gluten), solo estás gastando tu dinero en estos alimentos que, en tu caso no te hacen ni bien, ni mal.
5. Si te duele el cuerpo es porque lo hiciste bien
Destrocemos aquí uno de los principales mantras del gimnasio: “Sin dolor no hay ganancia”, si después de hacer ejercicio tu cuerpo queda adolorido, puede ser tanto porque estimulaste una zona muscular que no está acostumbrada a ese trabajo, o porque hiciste un ejercicio mal. Se supone que después de semanas haciendo ejercicio, tu cuerpo se tiene que acostumbrar a la actividad física y dejar de doler.
6. La grasa se transforma en músculo al hacer ejercicio
La grasa y el músculo son dos cosas completamente diferentes. Una cosa no se transforma en otra. Solamente aumentan y disminuyen de tamaño.
7. Con media hora de entrenamiento al día basta
Tienes que hacer el ejercicio que tu cuerpo necesita, de acuerdo a las metas que quieres alcanzar y de acuerdo con las actividades que haces en el día. Por ejemplo, si todo el día te la pasas activo, moviéndote de arriba para abajo, levantando cosas, etcétera, quizás con media hora tengas suficiente, pero si te la pasas sentado, quizás necesitas más de una hora de ejercicio.
8. El entrenamiento en ayunas ayuda a quemar más grasa
El entrenamiento en ayunas significa hacer ejercicio en un periodo superior a seis horas sin ingerir alimentos; lo que pasa con el cuerpo es que tiene a trabajar con una baja reserva de energía, pero esto no significa que estés quemando más grasa. De hecho, la ciencia aún no demuestra que este tipo de entrenamiento favorezca a quemar la grasa del cuerpo, aunque tiene ventajas palpables en atletas, como mayor rendimiento y velocidad, en entrenamientos de bajo impacto y de larga duración.
9. Siempre hay que tomar bebidas deportivas
No siempre son necesarias. Para considerar este tipo de bebidas, tienes que analizar la temperatura y la humedad del lugar, la duración (mayor a 60 minutos) e intensidad de la actividad y sudoración del deportista. Por ejemplo, si harás 20 minutos de cardio, seguidos de una rutina de peso, en un lugar cerrado, no necesitas más que agua.
10. Si comes carbohidratos después de las 6 de la tarde: vas a engordar
Esta es una gran leyenda urbana, pero lo cierto es que nuestro cuerpo humano no tiene una especie de reloj que indica a qué hora debes de dejar de ingerir ciertos alimentos. La única forma de engordar es comer más de lo que tu cuerpo necesita. Recuerda: los carbohidratos no son necesariamente malos, tampoco las grasas, siempre y cuando los consumas con moderación y solo los que necesites.
¿Caíste en alguna de estas 10 mentiras?