Big Bay Beach, en la costa oeste de Ciudad del Cabo, y sus vientos, fueron el escenario perfecto para realizar la competencia King of the Air, organizada por Red Bull.
Por cuarta vez en dos años, 24 de los mejores kitesurfistas estuvieron durante dos semanas esperando el día perfecto para desarrollar sus acrobacias. Pilotos de 11 países, con el monte Mesa como telón de fondo, esperaron el día con más viento para crear un espectáculo único en el mundo.
Ante cerca de 13 mil espectadores, el británico Aaron Hadlow reclamó el trono por delante del hawaiano Jesse Richman (que ganó en 2013) y Kevin Langeree de los Países Bajos (ganador en 2014). La técnica “clínica” de Hadlow le dio a su marca comercial Kiteloop KGB su segunda victoria consecutiva.
Los elementos en la bahía de Ciudad del Cabo estuvieron a la altura, por ello es la cuarta vez que este concurso extremo se celebra aquí, pues hay un oleaje sólido de casi 2 metros de altura, y los vientos del sureste, que ofrecen rampas magníficas para estos jinetes del aire.
“No hay mejor manera para mí para empezar el año. La energía en la playa era una locura; había muchas personas que estaban en el suelo y el apoyo fue increíble. Las olas hacen la diferencia, y es el viento más grande que he visto aquí en Ciudad del Cabo; pero con solo tener esas grandes olas te hace ir mucho más alto y hace que tu ritmo sea mucho más complicado. Probablemente no llegué tan alto como lo hice en el pasado, pero sí hice un par de grandes trucos y traté de mezclarlos con grandes kiteloops y agarrar una y otra vez el impulso hasta que era posible hacer un gran kiteloop con un cambio de mano, y un megaloop. No pude hacer un par de movimientos que había planeado”.
Y ahora, veamos a estos deportistas volar: