Necoclí, municipio de la subregión del Urabá, en el departamento de Antioquia en Colombia, durante los años 80 y 90 fue una zona muy peligrosa, escenario de varias masacres y muertes muy violentas.
En ese lugar, en 1998, nació Juan Guillermo Cuadrado, entre guerrillas, paramilitares y narcotraficantes, misma que fue aumentando, hasta llegar a un punto álgido en 1992, cuando este colombiano tenía solo 4 años.
Para tratar de protegerlo, pues los disparos estaban a la orden del día, Guillermo Cuadrado y Marcela Bello, padres de Juan, crearon un “juego”, en el que le enseñaron a su pequeño que cada vez que se escucharan disparos, debía correr a ocultarse debajo de la cama.
Uno de esos juegos, probablemente le salvó la vida, pues los disparos eran fuera de su casa, sin embargo, al salir de la cama y asomarse a la calle, vio a su madre echa un mar de lágrimas y a su padre en medio de un charco de sangre. Desafortunadamente falleció, víctima del fuego cruzado entre dos grupos armados.
La violencia no cesó, pero su madre y él intentaron continuar con su vida; ella, retomando sus estudios y Juan empezó a aficionarse al futbol, entrando a la escuela de Mingo Fútbol Club, sin embargo, tuvieron que emigrar de esa zona, hacia Apartadó, donde se enroló en el Manchester F.C.
A los 12 años, fue elegido en una visoría para entrar a las fuerzas básicas del Deportivo Cali, pero al final no fue ahí donde debutó profesionalmente, sino en el Deportivo Independiente Medellín, en 2008, y además continuó con sus estudios hasta graduarse del bachillerato.
Y los éxitos siguieron, siempre apoyado por su madre, y gracias a su talento, fue reclutado por el Udinese de Italia, y para 2010 recibió su primer llamado a la selección colombiana.
Del Udinese pasó al Lecce y a la Fiorentina, y en 2014 estuvo con su selección en el Mundial de Brasil. Gracias a sus buenas actuaciones, fue contratado por el Chelsea de Inglaterra, donde se coronó campeón de copa.
Del Chelsea pasó a la Juventus, de regreso a Italia, donde ha tenido un andar exitosos, lo que ha valido estar en el Mundial de Rusia 2018, pero sobre todo, poder darles grandes satisfacciones a su madre, quien así expresa lo que están viviendo:
Estamos recuperando todo el tiempo que perdimos cuando él era niño. Tratamos de estar lo más que podemos juntos. Aprovechando todo el tiempo que no pudimos compartir. Yo tenía que ser fuerte y darle las posibilidades para alcanzar su objetivo y ahora ver su sueño hecho realidad me hace la mamá más feliz del mundo.
Además, Juan se casó con una bella chica, y ya es padre de una niña, con quienes pasa el mayor tiempo posible, así como con su madre y su hermana. Todo en familia:
A pesar del dolor y de las situaciones adversas, ese niño aterrorizado por la violencia se transformó en un hombre, en un futbolista de élite…