Cuando las cosas se complican, el macho alfa es donde más demuestra su valor, su destreza y sobre todo su compromiso con lo que realmente quiere.
Uno de ellos es basquetbolista Jrue Holiday, integrante de los New Orleans Pelicans en la NBA, quien no escatimó en abandonar su carrera para dedicarse de tiempo completo al cuidado de su esposa embarazada y que fue diagnosticada con un tumor cerebral.
“Mi familia va antes que el basquetbol. Evidentemente, estoy muy agradecido de poder jugar al basquetbol y de estar en la posición que estoy, pero mi mujer es lo más importante del mundo para mí. Ella siempre es lo primero”.
Su esposa Lauren Holiday, exdelantera con la selección de futbol de EU que ganó dos medallas olímpicas y un mundial, se casó con Lauren en 2013 y ahora está a la espera de su primer hijo. Ellos se conocieron en la Universidad de UCLA.
Sin embargo, tras sufrir fuertes dolores de cabeza a ella se le detectó un tumor benigno en el cerebro.
We are firm believers that people need people. So thank you for your thoughts and prayers as we navigate a difficult time.
— Lauren Holiday (@laurenholiday12) September 5, 2016
En una entrevista, Jrue dijo que Lauren es constantemente monitoreada por médicos para evitar riesgos durante el parto.
“Lauren tiene unos días buenos y otros malos, unos mejores que otros. Es una mujer luchadora, la más dura que conozco. Es la razón por la que me casé con ella. Solo nos queda rezar por ella”.
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De acuerdo a las indicaciones médicas, una vez que nazca el bebé, Lauren estará seis semanas en recuperación y luego volverá al quirófano para extirparle el tumor que, además de los dolores de cabeza, le mantiene el lado derecho de su rostro adormecido.
Su recuperación se llevará a cabo cuando inicie la temporada regular de NBA, por eso Jrue se perderá la campaña para hacerse cargo de su esposa y su bebé. El equipo informó que le darán todo el tiempo que necesite su jugador y que lo recibirán cuando decida volver a la duela.
Durante seis años, la esposa de Jrue fue futbolista profesional, formando parte del equipo nacional norteamericano desde 2004, desde la categoría Sub-17 hasta la mayor, con la que marcó 24 goles y conquistó dos medallas de oro olímpicas y mundial.
