Mohamed Salah es considerado uno de los mejores jugadores de futbol en la actualidad y, por supuesto, ya se ha ganado su lugar como el más grande en la historia de Egipto. Además, su popularidad sigue creciendo, así que ahora las escuelas en esta nación africana tendrán una clase en la que se revise la vida del atleta.
El objetivo es que los jóvenes se sientan identificados y les sirva de inspiración para que se esfuercen por alcanzar sus metas y se conviertan en ciudadanos exitosos alrededor del mundo. Una buena idea, ya que para muchos resultará más interesante revisar la vida del deportista que la historia del imperio egipcio.
Salah nació en 1992 y desde que era un niño empezó a mostrar su afición y talento por el futbol. Comenzó jugando en Egipto y luego pasó al Basilea en el 2012, con lo que empezó un recorrido por Europa. De ahí se fue al Chelsea, Fiorentina y la Roma, para posteriormente consolidarse como estrella del Liverpool.
También ha brillado con su selección nacional y la lista de premios que ha recibido sigue creciendo, incluido el Botín de Oro por ser el mejor goleador de la Premier League en la temporada 2017-2018. En esa misma temporada estuvo nominando al Balón de Oro, máximo galardón para un futbolista, aunque no lo ha ganado todavía.
La clase que se impartirá no girará solamente en torno a su carrera como futbolista, sino también a sus campañas altruistas y los múltiples donativos que ha realizado para diversas causas benéficas, porque se quiere resaltar estos valores en la juventud.
Además, la idea no es que se generen solo futbolistas de éxito, sino que se trata de estimular a los jóvenes en Egipto para que destaquen en el área que ellos elijan, ya sea en el arte, la ciencia o cualquiera que les apasione. El objetivo principal es darles el mensaje a los estudiantes de que tengan metas grandes y se esfuercen por lograrlas.
Se sabe que el llamado “Faraón” gasta cerca de 5000 dólares mensuales en comprarle despensa a varias familias. Además, con sus donativos se ha construido un centro de desarrollo juvenil, una escuela para niñas y un centro médico en Egipto.
Por sus logros y su actividad benéfica es considerado como un símbolo en su país, al mismo nivel que las pirámides o el gran Tutankamón, pues nunca ha perdido la enorme sencillez que lo caracteriza desde que era un niño. El mayor logro será el reconocimiento de la gente y eso es algo que muy pocos pueden lograr.