Mucho tiempo antes de que el colombiano Rigoberto Urán terminara segundo en la carrera más famosa del mundo, el Tour de Francia, tuvo que superar la pobreza y evitar la violencia en su país, luego de que mataran a su padre cuando el primero era un niño.
Urán, frecuentemente comparado con Mick Jagger por su parecido físico, llegó a 54 segundos del triunfador luego de 86 horas y 21 minutos, como parte de un equipo modesto en comparación a otros.
El Cannondale Drapac, vive con un presupuesto pequeño y de ahí la gran hazaña del colombiano. Aunque muchos vieron a Urán como una sorpresa, el ciclista es un experimentado ganador. Luego de una década de competencias en Europa, él ya llegó segundo en el Giro de Italia.
Pero lo más impresionante de este joven ciclista, es cómo llegó a donde está: su madre era trabajadora doméstica y su padre vendía billetes de lotería. Él fue quien lo inició en el ciclismo cuando se lo llevaba a largos paseos por el campo. Usaban ropa de calle porque no se podían permitir comprar ropas de ciclista.
Su lugar de origen es Urrao, que tiene un pasado violento con grupos paramilitares y guerrillas. Su pueblo era el centro de la guerra civil colombiana que duró 10 años, el periodo de “La Violencia”.
En un paseo, su padre fue secuestrado en un falso retén junto con otras personas. Al parecer utilizaron a los secuestrados para trabajos forzados y luego los asesinaron. Rigoberto tenía 14 años de edad, ya empezaba en el ciclismo y había competido en su primera carrera.
La ciudad de Urrao tiene un largo historial de ciclismo y “hay muchos comerciantes locales que patrocinan a los niños. Un tipo con un supermercado abre su casa a diario a las 6 de la mañana para cualquier ciclista, para que desayune gratis. Él los alimentaba porque de otra manera, nadie lo haría”, señala.
Para mantenerse y ayudar a su madre y a su hermana, Urán vendía boletos de lotería. “En Colombia le dicen ‘vender chance'”, dice Klaus Bellon, un periodista especializado en ciclismo.
Para vender los boletos, caminaba por la ciudad con un pequeño chaleco gritando ‘chance’, o lotería… Él dejaba su casa a las siete de la mañana para regresar a media noche, iba a la escuela, entrenaba y corría, tratando de sacar a su familia de la pobreza en que se encontraba.
El ciclismo tuvo un rol importante en la vida de Urán luego de la pérdida de su padre. En esos tiempos, los paramilitares eran grupos de derecha financiados por los ricos para defenderse de las guerrillas. Y eran expertos en reclutar gente como Rigo.
Urán eventualmente empezó a correr a nivel nacional, ganó varias carreras y se convirtió en una promesa del deporte, pero lo que realmente buscaba, era volverse profesional para ganar suficiente para su familia.
Como lo cuenta Bellon, Urán le dio un ultimátum a su equipo: “o me vuelvo profesional o regreso a vender boletos de tiempo completo”. Entonces a los 16 años, su madre tuvo que firmar los papeles de su contratación.
En 2006 participó por primera vez en Europa. A los 19 ganó su primera carrera en el Tour de Suisse. En 2007 tuvo un fuerte accidente al chocar en Alemania, se quebró los codos y la muñeca derecha, retomar el físico y la forma le costó mucho trabajo.
En 2011 sorprendió al quedar en segundo lugar del Giro de Italia con el equipo Sky, posteriormente fue contratado por el equipo Cannondale. Luego de duras críticas por no obtener nada entre 2011 y 2016, ahora demostró de qué está hecho.