Los Juegos Olímpicos de Río 2016 prometían ser los más espectaculares de la historia. Lo fueron, pero no tanto como los Juegos Paralímpicos.
Se rompieron marcas en los Olímpicos, pero no tan espectaculares como en los Paralímpicos. Un ejemplo de ello fue en la carrera de los 1,500 metros planos para discapacitados visuales, donde cuatro corredores superaron el tiempo del campeón olímpico.
El competidor de Argelia, Adellatif Baka, ganó la medalla de oro con un tiempo de 3 minutos, 48 segundos y 29 centésimas.
En forma histórica superó el tiempo que obtuvo el estadounidense Matthew Centrowitz, ganador de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 con una marca de 3 minutos y 50 segundos.
El norteamericano también fue superado por el etíope Tamiru Demisse con un tiempo de 3:48.59 y el keniano Henri Kirwa, con un registro de 3:49.59 segundos, acompañando a Baka en el podio con las medallas de plata y oro, respectivamente.
Tras coronarse campeón paralímpico, Adellatif expresó:
“No fue fácil conseguir esta medalla de oro. He estado trabajando uno o dos años sin parar y ha sido muy, muy difícil para mí”.
Y eso no es todo, el argelino Fouad Baka también superó a Matthew Centrowitz, pese a que llegó en cuarto lugar, con un tiempo de 3:49.84.
Actualmente el marroquí Hicham El Guerrouj ostenta el récord mundial de los 1,500 metros para débiles visuales, con un tiempo de 3:26.00; el récord olímpico lo tiene el keniano Ngeny Ngeny con 3:32.07.
Durante los seis días de los Juegos Paralímpicos de Río 2016 ya se han roto más de 117 marcas mundiales; prometen ser los más espectaculares y con resultados que harán historia, con casos como esta carrera en los 1,500 metros para débiles visuales.