Estar en el estadio de futbol es una experiencia que hace que la pasión por el balón explote en las tribunas. Gritos, matracas, vuvuzelas, batucadas y coros cantando las porras e himnos de los equipos e incluso una que otra lluvia de cerveza caliente (no era cerveza) son parte de la celebración deportiva en el encuentro de las escuadras. Entre todo, nunca falta el aficionado que se mete a la cancha para tener sus cinco minutos de fama.
El sábado 23 de abril de 2022, los equipos de Santa Cruz y el ASA (Agremiado Sportiva Arapiraquense), de Arapiraca, dispusieron sus alineaciones para jugar un partido en la serie D de Brasil. El portal Jogada 10 informó que el encuentro fue liderado por el ASA, quien resultó victorioso en la justa deportiva. Sin embargo, los aficionados del Santa Cruz no se quedaron contentos con el resultado.
Al finalizar el partido y con los jugadores listos para volver a los vestidores, un aficionado del Santinha entró en el campo de juego y se acercó a Kévler, el portero de su equipo, para enseñarle cómo se tenía que hacer el trabajo de guardameta. Sin violencia, el aficionado se lanzaba como profesional para mostrar la manera de responder al esférico.
Kléver sabía lo que estaba haciendo el hincha y en su rostro parecía haber un atisbo de enojo, a fin de cuentas, su equipo acababa de perder y un aficionado le estaba diciendo cómo hacer su chamba. Sin embargo, los asistentes del estadio sí reconocieron su labor de enseñanza y en cada lance que hacía, los futboleros aplaudían y vitoreaban el vuelo, como si se tratara de un torero esquivando a la bestia.
Um torcedor irritado é capaz de muita coisa
Frustrado com derrota do Santa Cruz para o ASA, tricolor invade campo para "ensinar" goleiro a defender e é retirado pela PM sob aplausos da torcida pic.twitter.com/CP3eTmuiqf
— ge (@geglobo) April 24, 2022
Ni Richard Tex-Tex lo pudo hacer mejor que el hincha, quien pocos segundos después fue escoltado por elementos de seguridad del estadio que le indicaron la salida. No sin antes provocar el abucheo de la multitud, quienes estaban disfrutando del espectáculo de final de partido que el hombre les estaba ofreciendo.
No cabe duda de que se requiere pasión y profesionalismo para tomar un partido en la cancha, pero hay ocasiones que quienes juegan parecen no dar el mayor desempeño que se requiere y es ahí donde los aficionados, los verdaderos señores del juego, tienen que poner su granito de arena para disfrutar del partido como se debe. Probablemente pensó “te estoy enseñando a pescar, mi rey. Para que no se te escapen los peces”.